Hoy salí a la calle, a dar mi paseo, como llevo haciendo todas las tardes desde que me mude a esta gran ciudad, (con lo bien que se estaba en la sierra, aislado de todo)
Pero hoy fue diferente, pasó algo extraño.
Había muchísima gente; mucha más de lo habitual, apelotonándose a ambos lados de la calle, expectantes, como si fuera a suceder algo mágico, y, de pronto, escuché una música.
Todos se callaron.
Se oían unos sonidos fuertes y graves, como alguien dando golpes; otros muy agudos, como pitidos; y algunos, suaves y dulces. Pero todos parecían seguir un mismo ritmo.
Empezaron a aparecer seres extraños, vestidos de colores oscuros, con largas túnicas, y la forma de sus cabezas era alargada y acabadas en punta, como un cono; Sólo se distinguían unos ojos, pero más extraño era aún que algunos ¡Fueran descalzos!.
Poco a poco fueron pasando, dejando el rastro de la cera de las velas que portaban; pero, si esos extraños seres me asombraron, la impresión, no fue nada comparada con la que me llevé al ver a un grupo de esos extraños seres, llevando en una plataforma, (llena de vistosas flores, de velas y metales preciosos) a un hombre ¡clavado en una cruz!
¡No me lo podía creer!, ¡Llamarme a mí loco por haber vivido toda mi vida alejado de lo que ellos llaman "civilización"! y ahora ellos ¿ven natural hacerle eso a un hombre?
Grité, chillé intente acercarme a ayudarlo, pero solo me mandaban callar y me empujaban, impidiéndome el paso. ¡No podía ser!, ¿Cómo no le ayudaban? ¿Cómo podían pasearlo por la ciudad en esas condiciones?
Seguí intentando ayudarle, pero no conseguia avanzar; Al final desistí y me volví a mi lugar de origen, al campo de nuevo, que es donde mejor se está, no me vayan a hacer lo mismo que a ese pobre muchacho, los locos estos.
Un loco es sólo una persona que ve la realidad de un modo distinto a los "cuerdos"