"Mis Salvadores"

Acabo de quitarme los zapatos.Esos zapatos viejos, roídos y sucios, que están en la esquina del cuartucho en el que vivo.

Nunca habia pensado que fueran importantes, ni me ayudaran en algo. ¿Acaso alguien medianamente cuerdo piensa así?¿Alguien le agradece algo a sus zapatos?. No.
Pues deberían.
Nos aguantan todo el día, sin quejarse y sin protestar, y encima para colmo, los usamos y los tiramos cuando no nos sirven.

Pues bien, los zapatos esos roídos, viejos y sucios de aquella esquina cochambrosa, de este cuartucho minúsculo, de esta espantosa y maloliente ciudad ¡Me habían salvado la vida!

Todo empezó esta mañana.
Como todas las mañanas de mi vida, voy a la fábrica de juguetes para trabajar. Me pongo mi ropa, y por supuesto, mis zapatos.

Iba camino de la fábrica, cuando de repente salió un grupo de hombres de la nada y me empezaron a amenazar con pistolas; querían que les diera "el dinero" pero, ¿Qué dinero?, ¡si yo soy más pobre que las ratas! -les dije- Pero no me creyeron, así que no tuve más remedio que salir corriendo. Llevaba los cordones desatados, así que tropecé y me caí. ¡Justo un segundo antes de que me dispararan!
Por haberme caido, ¡seguía vivo!.
Me levanté y seguí corriendo hasta llegar a casa, donde me he quitado los zapatos.
Y aquí estoy, mirando a mis salvadores.


Nunca pienses que algo, sirve sólo para aquello para lo que esta hecho.

No hay comentarios: